que no le temo a la muerte
temer su estirpe
es tener temor de uno mismo
como asustarme se mi propia sombra.
La muerte es el inevitable final
de nuestra vulnerabilidad
es para mí es más apropiado
tener respeto al poder de su labor
pero nunca miedo o terror por su estirpe.
Yo contemplo y reconozco
nuestro tiempo sobre la tierra
inevitablemente llegara a su final.
El cuerpo tiembla
mientras el alma goza liberada
la carne se aferra a la luz de su alma
aterrorizada por las tinieblas de sus hechos
carne condenada al desecho putrefacto
al polvo que la vio nacer
al pecado de sus hechos
condenada solo por su falta de perdonarse
por no optar a la compasión de sus limitaciones
por no haber amado al prójimo como así mismo
por no haber sacrificado la comodidad de la complacencia
por el sacrificio de haber amado
liberado su luz para prender el horizonte
de quien sufre encadenado en el temor de vivir
o recogiendo el sufrir de quien es victimado
por si mismo o el terror de la maldad
o indiferencia de la naturaleza.
Entre mas apegada mi alma al cuerpo
más ardiente su llamarada
al infierno eterno del destierro
entre el fuego de su atadura
sobre la eternidad de su contemplación
Oh, muerte piadosa
arranca mi alma con delicadeza
con un limpio zarpazo de tu hoz
despegando el cáncer de mi conforte
cascara maligna de un egoísmo
regresando mi luz a su origen
en los cielos de paz
otorgando mi espacio en la tierra
al poeta que reemplace
su ego por amor
su cuerpo por la libertad
en la eternidad de luz divina.
♥ ~ Rudyard Bonilla
Copyright 2010 © all rights reserved

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.