¡Arcángel Miguel, Protégenos!
De la boca de la serpiente que nos acecha
sus palabras serán dulces
para el oído del incauto
pero en sus labios yace
la hiel de su veneno
ajenjo que reposa en el estomago
y carcome el alma primero
dejando solo
el caparazón donde fue cuerpo.
Maldito
el chisme que la abriga
víbora seductora
que devora la ingenuidad de su víctima
con la roña de su inmundo ser
fermentando sobre la piel
su falsa historia
su calumnia
camino de tinieblas.
Que no caigan tus virtudes
en sus fauces
lo que solo sombras
seria de tu alma
toma lo bueno de la vida
y desecha lo malo.
¡Oh, Arcángel Miguel protégenos!
de la boca de la serpiente que nos acecha!
♥ ~ Rudyard Bonilla
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