ON THE FIELDS OF LEMURIA

This Blog is the Anthology of Rudyard Bonilla

Lemuria

Lemuria es el nombre de un continente perdido, nombrado en el siglo XIX, por varios científicos, principalmente por el geólogo anglo Philip Sclater, cual hipótesis se basa en el hecho de encontrar lémures, tanto en la India, Madagascar como en Sur-África. Los científicos formularon que, por los albores de la aparición del hombre, existía un continente "Lemuria" en el cual aparecieron de donde se originan los lémures, y después de un cataclismo global, el continente desapareció en el fondo del Océano Indico.
Lemuria, también fue inspiración del escritor Jonathan Swift, en su fantástica novela satírica de "Los viajes de Gulliver (Gulliver's Travels) publicada en 1726.
Casualmente la foto del portal muestra el momento cuando le contaba a mi niño Sean, "con el caballito en la mano", parte de la historia de los Houyhnhnms la raza de caballos de mucha sabiduría en la historia de Gulliver.
La idea de una tierra maravillosa perdida en leyendas, me permite crear sobre ella lo que mi imaginación desee. Donde cualquier idea es posible, cuya fertilidad es la base para mi arte de poética.

~Rudyard Bonilla

miércoles, 3 de junio de 2009

Aquella tarde

Las letras llegan a mi memoria
como un dulce sabor de la infancia
despertando el guarda de mí historia
primer amor, pasión y encanto.

Aquella tarde bajo aquel Árbol frondoso
en esa calle donde siempre la esperaba
impaciente anticipando su llegada
amor primero, mi tierna amada.

Aquella tarde que llovía a tempestades
la lluvia ardía como pedrada al rostro
tronaba como un gritar de monstruos
relampagueando el manto de los cielos.

Aquella tarde y como siempre, apareciste
entre el monzón, vi tu silueta inconfundible
eternas curvas, cinto azul, vestido blanco
e igual que yo, empapada hasta los huesos.

Aquella tarde sin hablar, me diste un beso
tus tiernos labios apretando sutilmente
como el majar de una pasión efervescente
carnosos labios, tenues, sugestivos y sabrosos.

Aquella tarde entre las faldas de la lluvia
coplear sonoro del tifón, cantas mí nombre
gemir de un cuerpo que gruñía que era tuya
y apretabas con pasión ahora tu hombre.

Aquella tarde y como siempre lo he soñado
entre la lluvia y la tormenta eras mía
con frenesí templando toda mi hombría
bajo aquel Árbol de pasión, amor y encanto.

De aquella tarde solo queda la memoria
del tierno amor que fue bañado por los cielos
en ese alud de pasiones, viento y fuego
ahora dulce con sabor de mis recuerdo.

Rudyard Bonilla
Derechos reservados


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.