La humanidad es uno,
todos un Adán,
un primer aliento,
nos dio fortaleza,
y las generaciones,
mantienen el flujo,
de sangre, respiro,
el arte e ideas.
Es naturaleza,
sentirnos distintos,
por lo que es espíritu,
nuestro movimiento,
la piel y el alma,
están en conflicto,
una es putrefacta,
la otra es eterna.
Todos somos uno,
viviendo y muriendo,
serán nuestros hijos,
quien sufran los hechos,
las ramificaciones,
y nuestros derroches,
poco se recuerda,
muchas consecuencias.
Que hicimos hermanos,
con nuestros talentos,
¿Le diste la mano,
mientras se ahogaban,
en sus sufrimientos,
al niño, al anciano,
la viuda o el doliente?
La siembra de los padres,
cosechan los hijos,
lujuria, avaricia,
su gula y pereza,
su ira, su envidia,
e indiferente soberbia,
cargando con culpas,
su eco en lamentos.
Llegara la noche,
en el día del juicio,
cuando Abel nos juzgue.
No habrá agua que limpie,
las manos chorreadas,
de sangre y petróleo,
no habrá hombre en tierra,
que no sufra pena,
bajo su condena,
su alma y sus hechos,
y en ese momento,
crujiendo los dientes,
todos al infierno.
♥~ Rudyard Bonilla
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