mire una perla
bajar por la ladera
como era redonda
su paso aceleraba
fue cayendo a su destino
girando entre cañadas
valles y simas
excitada, encarnecida
porque mi mano la toco.
Quise hacer de ella
una escultura
una imagen para amar
con un soplo de mi aliento
darle vida
mi azul
mi éter
mi eternidad.
Veleidoso
codicié mi insensatez
para atar su amor
inspirando darle vida
delicadeza
humanidad.
Quise adorarla
como diosa
postrarme ante su ente
convertir sus labios fríos
en mi fruta
mi sustento
mi Eva
mi firmamento.
¡Pero, quien me explica!
¿Como puede una protuberancia de ostras vestirse de flor y miel?
¿Cómo consolar la lágrima o sonreír inerte?
¿Donde germina semilla en su condición?
¿Qué ostra llorara su añoranza?
Contemplando mi dilema
me doy cuenta
de mi necedad
las perlas como las rocas
tendrán su razón de ser
materia de universos
base de planetas
polvo de estrellas
inspiración de luz y energía.
Oh, piedra de mi cimiento
contemplación de mi necedad
pensé que un soplo de mi viento
daría vida a tu aliento
y esperanzas a mis anhelos
sin saber que no eras mía
si no de Dios.
Una vez
mire una perla
bajar por la ladera
como era redonda
su paso aceleraba
fue cayendo a su destino
girando entre cañadas
valles y simas
excitada, encarnecida
porque mi mano la toco,
y con el suspiro de Dios
se hizo mujer.
~Rudyard Bonilla ♥
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